¡Hola holita, Miguelitos!
¡Hey! ¡Hola hola! ¿Qué tal estáis? ¡No nos veíamos/leíamos desde el año pasado! (chiste cliché que no puede faltar en estas fechas) ¿Qué tal os trató la Nochevieja? ¿Qué tal comisteis? Nosotras muy bien, gracias. Y en Año Nuevo también, si es que algo bueno tiene que tener estas fechas: la vida en familia la comida. ¿Y cómo están yendo los Reyes? Esperamos que les hayáis regalado los Reyes Magos hayan traído cosas geniales a vuestros seres queridos y chutucluclus y que ellos también os hayan regalado traído cosas geniales. Los regalos son geniales, y por esa razón nosotras, al menos, nos hemos regalado regalos estupendos entre nosotras (todavía no hemos caído en la necesidad de robárnoslos entre nosotras).
Por si queréis saberlos (y si no queréis, pues también, porque nosotras queremos presumir):
Camino: a mí los Reyes de Marina me han echado una camiseta fan de Outlander y algo que todavía no sé lo que es porque ha llegado tarde, pero ¡YAY! (Actualizaré cuando lo sepa).
Marina: a mí los Reyes de Camino me han echado un libro de sociobiología, una pelotita antiestrés (en mi trabajo le voy a dar muchísimo uso) y un arco y flecha en miniatura genialosos. ¡Cosas útiles para mi día a día! (Lo digo en serio, los uso cada día).
Por si queréis saberlos (y si no queréis, pues también, porque nosotras queremos presumir):
Camino: a mí los Reyes de Marina me han echado una camiseta fan de Outlander y algo que todavía no sé lo que es porque ha llegado tarde, pero ¡YAY! (Actualizaré cuando lo sepa).
Marina: a mí los Reyes de Camino me han echado un libro de sociobiología, una pelotita antiestrés (en mi trabajo le voy a dar muchísimo uso) y un arco y flecha en miniatura genialosos. ¡Cosas útiles para mi día a día! (Lo digo en serio, los uso cada día).
Y, como no puede ser menos, nosotras también os hemos traído un regalo, ¡la primera entrada del año! (¿os creíais que iba a ser otra cosa? recordad que somos tan pobres que hasta las ratas sienten vergüenza de nuestra pobreza). ¿Cómo íbamos a olvidarnos de nosotros, amores nuestros? ¡Nunca! Puede que llegue algo tarde porque bueno… pero qué leches, «un mago nunca llega tarde, Miguelitos. Ni pronto. Llega exactamente cuando se lo propone». Ea, pa' vuestro culo un futbolín. Hemos modificado un poco la cita para que encaje, pero vaya, eso.
Bueno, al grano. La elegida para ser la primera entrada del año y tras Reyes no ha sido otra que una receta, porque, por lo visto, no solo nos sirve el mero hecho empacharnos de comida durante estas fechas: también queremos leer sobre ella (qué podemos decir, amamos la comida).
Esta receta que os traemos se llama tarta de carne y es una de las favoritas de Marina porque es fácil, relativamente sana y le sale muy rica. Además lleva queso (y carne). ¿Quién es capaz de decirle que no a algo que lleva queso (y carne)? Tras esta fabulosa introducción, ¡dentro receta!
Bueno, al grano. La elegida para ser la primera entrada del año y tras Reyes no ha sido otra que una receta, porque, por lo visto, no solo nos sirve el mero hecho empacharnos de comida durante estas fechas: también queremos leer sobre ella (qué podemos decir, amamos la comida).
Esta receta que os traemos se llama tarta de carne y es una de las favoritas de Marina porque es fácil, relativamente sana y le sale muy rica. Además lleva queso (y carne). ¿Quién es capaz de decirle que no a algo que lleva queso (y carne)? Tras esta fabulosa introducción, ¡dentro receta!
TARTA DE CARNE
INGREDIENTES
Carne picada de pollo y pavo.
Masa quebrada.
Mozzarella rallada.
Pimientos del piquillo.
Nata líquida.
Sal y orégano.
Mantequilla para engrasar el molde.
Un molde todavía por engrasar. (Si no, el ingrediente anterior carecería de sentido).
Un horno. (OJO CUIDAO, IMPORTANTÍSIMO, SIN ESTO NO SE PUEDE HACER) (Aunque también es una opción dejarlo al sol en un caluroso día de verano, pero sería un proceso… lento).
Masa quebrada.
Mozzarella rallada.
Pimientos del piquillo.
Nata líquida.
Sal y orégano.
Mantequilla para engrasar el molde.
Un molde todavía por engrasar. (Si no, el ingrediente anterior carecería de sentido).
Un horno. (OJO CUIDAO, IMPORTANTÍSIMO, SIN ESTO NO SE PUEDE HACER) (Aunque también es una opción dejarlo al sol en un caluroso día de verano, pero sería un proceso… lento).
PREPARACIÓN
1. Engrase el molde con la mantequilla.
2. Mezcle la carne, el queso rallado, la sal, el orégano y la nata en un recipiente apto para dicho acto. Recuerde guardar una porción del queso que luego será usada para espolvorear sobre la tarta. (Y reservar otra porción para golismear).
3. Mezcle repetidamente y amase con las manos si es necesario. Hágalo con efusividad desmedida o con tacto cariñoso, pero hágalo bien.
4. Una vez la mezcla esté considerablemente «mezclada», proceda a estirar la masa un poco con el rodillo y colóquela sobre el molde engrasado.
5. Cubra el fondo con pimientos del piquillo con estos cortados en pequeños trocitos (si fuera necesario) para cubrir los huecos.
6. Cubra los pimientos con la mezcla de carne.
7. Espolvoree la porción de mozzarella que quedaba sobre la mezcla.
8. Doble los bordes sobrantes de la masa hacia dentro con la intención de cubrir lo máximo posible la tarta pero sin que sea realmente necesario cubrirla. Vaya, que se vea la carne pero con un reborde de masa, para que nos entendamos.
9. Encienda el horno a 190 ºC en función ventilador.
10. Tape el molde con papel de aluminio y métalo al horno por 40 minutos.
11. Abúrrase durante 40 minutos.
12. Retire el papel de aluminio y deje que se termine de dorar la masa y gratinar el queso de la superficie mientras usted se aburre unos minutos más.
13. Corte un respetable cacho de tarta y prepárese para disfrutar.
¡Y listo, Calisto! Ya tenéis desayuno, comida, merienda, cena o lo que se os antoje. Ya sabéis, una recetilla ligera para ir desengrasando después de todos estos días de engullir cual gansos (si yo como algo más, mi hígado puede que se convierta en foie gras). (Mmmm… foie gras de Camino…). Si es que solo os dejamos lo mejor de lo mejor, anda que no nos preocupamos por vuestra salud ni nada, eh. Tenemos vuestro colesterol, azúcar en sangre y lípidos controladísimos. A lo mejor no para bien, pero controlados están.
¡En fin, queridos Miguelitos, y esta es la entrada de hoy! Esperamos que os guste y le deis buen uso, que los Reyes Magos se hayan portado bien con vosotros, que volváis a la rutina sin haceros mucho daño (yo por desgracia nunca salí de ella) y que seáis muy, muy felices. ¡Contadnos vuestras recetas favoritas de desengrase! ¡Y qué os han traído los Reyes! Pero contadnos de verdad, no seais rancios. Vengaaaa, porfaaaaa, porfaaaaaaaa. Comentadnos, sed buenos, pliiiiis.
2. Mezcle la carne, el queso rallado, la sal, el orégano y la nata en un recipiente apto para dicho acto. Recuerde guardar una porción del queso que luego será usada para espolvorear sobre la tarta. (Y reservar otra porción para golismear).
3. Mezcle repetidamente y amase con las manos si es necesario. Hágalo con efusividad desmedida o con tacto cariñoso, pero hágalo bien.
4. Una vez la mezcla esté considerablemente «mezclada», proceda a estirar la masa un poco con el rodillo y colóquela sobre el molde engrasado.
5. Cubra el fondo con pimientos del piquillo con estos cortados en pequeños trocitos (si fuera necesario) para cubrir los huecos.
6. Cubra los pimientos con la mezcla de carne.
7. Espolvoree la porción de mozzarella que quedaba sobre la mezcla.
8. Doble los bordes sobrantes de la masa hacia dentro con la intención de cubrir lo máximo posible la tarta pero sin que sea realmente necesario cubrirla. Vaya, que se vea la carne pero con un reborde de masa, para que nos entendamos.
9. Encienda el horno a 190 ºC en función ventilador.
10. Tape el molde con papel de aluminio y métalo al horno por 40 minutos.
11. Abúrrase durante 40 minutos.
12. Retire el papel de aluminio y deje que se termine de dorar la masa y gratinar el queso de la superficie mientras usted se aburre unos minutos más.
13. Corte un respetable cacho de tarta y prepárese para disfrutar.
¡Y listo, Calisto! Ya tenéis desayuno, comida, merienda, cena o lo que se os antoje. Ya sabéis, una recetilla ligera para ir desengrasando después de todos estos días de engullir cual gansos (si yo como algo más, mi hígado puede que se convierta en foie gras). (Mmmm… foie gras de Camino…). Si es que solo os dejamos lo mejor de lo mejor, anda que no nos preocupamos por vuestra salud ni nada, eh. Tenemos vuestro colesterol, azúcar en sangre y lípidos controladísimos. A lo mejor no para bien, pero controlados están.
¡En fin, queridos Miguelitos, y esta es la entrada de hoy! Esperamos que os guste y le deis buen uso, que los Reyes Magos se hayan portado bien con vosotros, que volváis a la rutina sin haceros mucho daño (yo por desgracia nunca salí de ella) y que seáis muy, muy felices. ¡Contadnos vuestras recetas favoritas de desengrase! ¡Y qué os han traído los Reyes! Pero contadnos de verdad, no seais rancios. Vengaaaa, porfaaaaa, porfaaaaaaaa. Comentadnos, sed buenos, pliiiiis.
Con mucho amor y brillis brillis
Camino y Marina
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