¡Hola holita, Miguelitos!
¿Quéeeeeeee tal todo? ¿Estupendamente, genial, fantasbuloso, espléndido, fatal, horrible, terrible, patético, mortal? Os quejaréis, que os hemos dejado una buena selección de opciones que escoger, ¿eh? Nosotras ahí estamos, que ya es un logro. Camino sigue picadísima porque uno de sus compañeros de trabajo sigue sin seguirla en redes sociales (ES QUE DE VERDAD ME HAN SEGUIDO TODOS SUS COMPAÑEROS, WTF, QUÉ TIENE DE MALO MI TWITTER) y Marina ha pasado una semana lo suficientemente enferma como para que tuviera una batucada montada en su cabeza pero no lo suficiente como para poder no ir a trabajar y descansar en casa (Teniendo en cuenta que trabajo seis días a la semana, obviamente todavía no he podido descansar). Así somos, un dechado de virtudes.
¡A todo esto! ¡Ya estamos acabando marzo, empezando abril y nosotras seguimos con la portada navideña porque somos alternativas! Así somos, las rebeldes de Internet. (Cof, a ver si nos ponemos un día y sacamos la nueva, que tenemos el borrador en un papel, cof).
Bueno, basta de darle vueltas al asunto y de pelar la pava, vayamos al grano. Esta semana hemos venido a contribuir con nuestro impecable gusto musical a vuestras discotecas digitales mentales. Tras una exhaustiva y gran investigación de grupos musicales, estilos, estética y fabulosidad digital, las Migueles hemos decidido compartir con vosotros esta gran obra que, además, es supereducativa (y muy entretenida. Estuve todo un día en el trabajo canturreándola). Si es que os quejaréis, pero lo que hacemos nosotras, Miguelitos, por vosotros, no lo hace mucha gente.
¡Dentro vídeo!
Y así es como las Migueles os ahorramos estudiar la carrera de Historia del Arte, ¡máster incluido! ¡Somos todo un chollo! (No aseguramos que el máster sea convalidable en la Unión Europea). Además es indudablemente un videoclip lleno de matices artísticos, ritmo musical, movimientos fluidos y coordinados, bailes estudiados, letras trabajadas y coherencia global. Sí. Eso. Y no hablemos ya del genial nombre del grupo, eh. Una absoluta maravilla que, os recomendamos, es mejor disfrutar en bucle. Aunque, eso sí, no nos responsabilizamos de que luego seáis incapaces de quitárosla de la cabeza. Ahí se encuentra la belleza de esta mierda.
Por nuestra parte no conocemos mejor vídeo que pueda ser utilizado como presentación de lo que es la humanidad (quizás la película de The Room, ¿pero quién puede elegir?). Así que aquí os dejamos con él para que disfrutéis a rabiar de la genialidad humana. Y, oye, que si alguna vez encontráis magnificencias de este calibre en algún sitio, no dudéis en pasárnoslas. Estas mierdas son mejor cuando las consumes en compañía.
Con mucho amor y brillis brillis
Camino y Marina
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