lunes, 4 de marzo de 2019

Días de mierda #7: Cuando no te hacen casito (notice me senpai).

¡Hola holita, Miguelitos!

¿Cómo os encontráis en estos días venideros? (En realidad ya han venido, así que son estos días ¿yavenidos?) ¿Qué pasa? ¿Qué tal? ¿Habéis visto que ya ha llovido, como bien os dijimos? Pero solo un día, porque tampoco quieren abusar. Quien decide el clima lleva una temporada graciosillo con inviernos que no son inviernos y primaveras que empiezan en febrero. Alguien tendrá que decirle que guay, que la broma ha estado bien durante un tiempo, pero ya, porque con estas se le va la pinza y nos planta una nevada en julio que a ver cómo la afrontamos.

Olvidándonos del clima y yendo al meollo del asunto, esta semana venimos a retomar una sección del blog que tenemos muy abandonada, ¡los días de mierda! Y no nos malinterpretéis, queridos nuestros, no es que no nos pase mierda de diario-normal, solo que por lo general no es nada destacable o son solo anécdotas pequeñas que no dan para una entrada completa. Sin embargo, hoy, tras mucho pensarlo (dos segundos escasos), hemos decidido actualizarlo con el último drama de Camino, porque a nosotras nos resulta a la vez patético y gracioso y por qué no compartirlo con vosotros.


Antes de nada, poneros en contexto: Camino actualmente (actualmente en el momento en que se está escribiendo y publicando esta entrada, lo mismo cuando vosotros lo leáis ya no) está trabajando en una gran PIIIIICENSURA. Gran de grande, no de estupenda y maravillosa. Es una de esas que está a tomar por el culo de su casa, así que se mete unos viajes de ida y vuelta que la dejan muy feliz (NO) porque en ellos le da tiempo de reflexionar acerca de lo divino y lo humano, de hacer una bufanda a calceta (que nunca viene mal teniendo en cuenta lo friolera que es Camino) y de aprender un nuevo idioma. Os hacéis una idea de cómo de lejos está de su casa entonces. Tiene que despertarse cuando las calles todavía no están puestas y la gente está volviendo de fiesta, y eso no la hace especialmente feliz, pero no es eso de lo que os vamos a hablar hoy. Y es que a Camino, de vez en cuando, le da por interesarse por la gente (qué hobbies más raros tienen algunos) (en algo tengo que invertir mi tiempo laboral aparte de, bueno, trabajar. Si no, qué rollo). No muy a menudo, porque requiere un esfuerzo que no está dispuesta a hacer (porque IUGH, gente), pero sí de cuando en cuando. Y de un tiempo a esta parte, a Camino le llama la atención un muchacho junto al cual trabaja (a la vez que lo niega feroz e inocentemente ante sus compañeras de trabajo porque sabe que si no le darían mucho la chapa y además no le gusta hacer públicos sus sentimientos ante los demás. Vosotros no contáis, Miguelitos). Y hace nada decidió contarle su vida a Marina solo porque es que se reía ella sola pensando en ella.

Dicho esto, ¡dentro anécdota de mierda! (Vamos a censurar algunas cosas por paranoia absoluta, pero quitando eso, está todo igual).


[4/3 14:11-14] Camino: Chutu (que soy yo), como me aburro en el trabajo, te voy a contar mi vida, que es patética y graciosa al mismo tiempo.
TODO ESTO ES DESDE MEDIADOS DE FEBRERO:
El caso. En esta oficina tú te relacionas con los que trabajas, ¿no? Entonces yo me relaciono con la sección de PIIIIICENSURA, que somos 5, y a veces con algún PIIIIICENSURA porque hay que entregar PIIIIICENSURA, pero no mucho más. Contemos además con que yo soy un desastre social y tienes el aislamiento perfecto.
Justo al lado de la sección de PIIIIICENSURA está la sección PIIIIICENSURA (o parte de ella, al menos) y todos estamos separados de todos por cubículos. De esa sección me he encaprichado de un chaval que me parece interesante (quien dice chaval dice de 26-30, eh, no sé, a mí eso de calcular años…) y quiero que sea mi amigo. El caso es que estoy a PIIIIICENSURA del muchacho en cuestión. ¿Te crees que interacciono con él de algún modo? ¡NO! ¡Porque eso es lo que haría una persona normal y no va conmigo!
Ergo lo admiro a la distancia (por eso de que soy idiota). Quiero ser su amiga. Soy penosa o no soy penosa.
Te cuento dos anécdotas to' tristes. Una fue que me salió como recomendados en LinkedIn (vale, no. Miento. Le busqué yo. Antes busqué a todo mi y todo su equipo, eh. Tampoco estaba haciendo nada raro, es que quería meter la patita en la empresa) y yo le cotilleé pero no le di a agregar porque me daba vergüenza. Me mandó él invitación, supongo que después de ver (porque LinkedIn es un puto traidor a la causa del stalkeo y te avisa de que alguien te ve) que le había estado cotilleando. Y luego me salió en recomendados de Twitter (vale, vuelvo a mentir. Le busqué yo buscando a todo mi equipo y todo su equipo) y ahí sí que me dio palo agregarle porque no he hablado casi con él, pero ¿te crees que me da vergüenza stalkearle el Twitter? ¡En absoluto! (Bueno, vale, solo lo he hecho una vez, pero BABABABA).
Creo que solo he mantenido una conversación real con él aparte del buenos días y hasta luego y fue que estaba recogiendo para irme y me llamó para preguntarme sobre el horario de autobús que cojo para irme a casa, que yo ya estaba a lo «¡¡bieeen, tengo un amigo nuevo!!» xDDD.
Y encima todo esto es absurdo porque dado el caso de que realmente me dijera «Oye, ¿tomamos un café?» me daría un chungo y huiría haciendo la croqueta porque me da pánico socializar, pero shshshsh, tú déjame con mis películas.
Y A PARTIR DE AQUÍ ES ACTUAL:
He mantenido alguna conversación más así como muy aleatoria con él y nada, yo feliz de la vida porque hace falta muy poco para hacerme a mí feliz de la vida. Por lo que hace unos 4 días decidí «Va, vamos a tomar cartas en el asunto, ¡voy a darle a seguir a Twitter!». Y lo hice, con todo mi valor de luchadora leonesa. Y en Instagram también.
Hoy día todavía no me ha dado follow back. ME RÍO DE MI VIDA, MARINA. El drama, tía, el drama. ¡Y ya no hay forma de recuperar mi dignidad porque ya sabrá que le di a seguir! (¿Cómo de millenial es que esta mierda me parezca un drama, además?).
De forma que nada, lo mismo él ahora se piensa que soy una acosadora supercreepy (que no estaría equivocado, puedo llegar a serlo) aunque solo le he dado a seguir en dos redes sociales y yo estoy aquí en el trabajo soportando la humillación que yo misma me inflijo y muerta de risa por lo absurdo que es todo.
Y estos son los dramas millenials y ridículos de tu amiga. Jep jep.
¿¿¿¿¿NO ES DE MALA EDUCACIÓN NO SEGUIR A UN MUTUAL QUE TE HA DADO «SEGUIR» EN TWITTER?????
[4/3 14:20-24] Muffie: Muy mala muy mala educación. Vamos a tener que darle una paliza por maleducado.
Y ¿¿¿¿¡¡¡CÓMO PUEDE NO TENER INTERÉS EN MI AMIGA!!!???? ¡¡¡¡¡HABRASE VISTO SEMEJANTE!!!!!!
Puede que no lo haya visto. Yo apenas entro en Twitter y no tengo ni idea de quién me sigue.
O puede que sean tan manco social (o más) que nosotras. Y le ha dado ansiedad el follow back.
O puede que te hayas equivocado y no sea él y se ha quedado como «WTF ¿quién es esta preciosa, pero extraña, señorita que me sigue? Estoy intrigado a la par que predispuesto a entablar una sana y enriquecedora relación. Pero a su vez me encuentro ante la tesitura de que descubra que no soy yo aquel al que ella conoce y con amables disculpas me haga entender que no es este el contacto que buscaba. ¡Oh, en tamaña desgracia me hallo! ¡El infortunio! ¡La desdicha! ¡Los jalapeños!».
[14:40-43, 4/3/2019] Camino: AJAJAJAJAJAJAJAJJA ME MEO TÍA JAJAJAJAJAJAJA.
Eh, pero que esto ha ocurrido también en Instagram. Tacha la teoría de que no sea él y pon otra que diga que le he dado todo el miedo. Aunque realmente solo le he dado a agregar y ya está y eso no es raro… ¿no?
[14:44, 4/3/2019] Muffie: Entonces me decanto por la ansiedad social a tope. Quidicir, con tu experiencia, no dudo que te hayas ido a fijar en el manco social.
[14:45, 4/3/2019] Camino: Joe, ya sería tener ojo, eh.
[15:00, 4/3/2019] Muffie: Esa gente existe y también merece amor.
A lo mejor está enfadado porque no le has dado follow back en LinkedIn.
[15:01, 4/3/2019] Camino: ¡Sí le di follow back en LinkedIn! ¡Y lo ha mirado 2 veces! (El mío). Que me avisa.
[15:02, 4/3/2019] Muffie: Ansiedad social.
O... ¡SU HERMANO GEMELO!
[15:02, 4/3/2019] Camino: Pues ya es casualidad que se llame igual. Qué padres tan poco originales.
[15:07, 4/3/2019] Muffie: A lo mejor sí que le gustas pero efectivamente está con la de enfrente.
O ansiedad social. Tú sabes, la ansiedad social es muy mala.
O peor...
¡¡¡NO LE GUSTAN TUS TRIÁNGULOS!!!
[15:08, 4/3/2019] Camino: OEMEGE QUÉ TRIÁNGULOS.
[15:11, 4/3/2019] Muffie: ¡NO LO SÉ!
NO HACE FALTA QUE HAYA UN TRIÁNGULO PARA QUE A LA GENTE NO LE GUSTE TU TRIÁNGULO.
A MÍ CASI NO ME CONTRATAN PORQUE NO LES GUSTABA MI TRIÁNGULO. 
[15:12, 4/3/2019] Camino: AH, ES COMO CUANDO NUESTRAS TUTORAS NOS TIRABAN CACAHUETES AUNQUE NO NOS TIRASEN CACAHUETES.
Bueno, a lo mejor directamente no le caigo bien ni pa' seguirme en Twitter y ya, y así es la vida y hay que vivirla. En realidad todo este drama realmente me la suda, pero me pica que no me siga en redes sociales.
[15:14, 4/3/2019] Muffie: Yo opto por los cacahuetes y los triángulos.

Esta soy yo con lo del follow. Y me doy mucha vergüenza ajena, pero me da mucha rabia aunque sé que es absurdo y dkflsgs.
Y esta es toda la historia. Patético, ¿verdad? Pero al mismo tiempo, divertido.

Seguramente os habréis quedado un poco pillados con lo del triángulo pero tiene su debida explicación. Y es que en una entrevista de trabajo a Marina le hicieron el examen más ridículo y chorras del mundo en el que, además de dibujar paralelas, hacer reglas de tres y corregir la ortografía de frases tan complicadas como «yo compré un libro ayer», le hicieron dibujar un triángulo. Aunque terminaron llamándola, tardaron unos días en hacerlo y Marina se pasó todos esos días gritándole por el WhatsApp a Camino que no la iban a coger porque su triángulo no les había gustado. Así que desde entonces Marina usa el «no le gusta mi/tu triángulo» como frase hecha para denotar desinterés o rechazo o simplemente que a alguien no le ha gustado tu triángulo. Ah, y lo de los cacahuetes vienen del estrés del TFG, en donde siempre que pensábamos que a nuestras tutoras no les iba a gustar algo (más común de lo que puede parecer, porque eran unos SERES DEL AVERNO ESPANTOSOS), nos decíamos que nos iban a tirar cacahuetes como a los monos del zoo. (Siempre nos sentimos decepcionadas de que no lo hicieran. Ya que nos criticaban, bien podrían habernos tirado comida de regalo).


A todo esto, estimados Miguelitos, un disclaimer, como dicen en inglés: si pensáis que conocéis o sois las personas a las que se refiere esta entrada porque conocéis a alguien que se llama Camino que trabaja en una gran PIIIIICENSURA en la sección de PIIIIICENSURA y al lado de PIIIIICENSURA, estáis gravemente equivocados. O no. Y Camino en realidad no existe, lo dice la madre de Marina (cosa que me pica casi tanto como esto del follow) (cosa que es completamente cierta. Mi madre no se fía de que yo sea capaz de tener amigos de verdad :'D). Además, no podéis demostrar nada de nada porque en este blog no hay fotos de las escritoras y lo mismo en realidad nosotras dos somos solo el producto de la imaginación de un hombre de setenta años llamado Manolo (que por lo visto es un nombre muy común en esto del ciberespacio y fingir que eres alguien que no eres como un hombre de setenta años llamado Manolo).


Pero si creéis que podéis ser el muchacho en cuestión o  tenéis teorías de por qué no la quiere seguir en redes sociales, contádnoslo, Miguelitos, que queremos más teorías aparte de los cacahuetes y los triángulos.

Con mucho amor y brillis brillis
Camino y Marina

1 comentario:

  1. Yo en medio de una conferencia de la constitución riendome en el silencio absoluto de la sala pero ha merecido la pena leerlo.

    Os imagináis que Camino no existe, sería genial el nivel de locura. Que pena que la haya visto en persona, o no, y realmente soy Marina escribiendo este comentario juas juas juas

    ResponderEliminar

¡Adelante, no seas tímido, comenta, por favor! Al fin y al cabo vuestros comentarios son los que le dan vida al blog... (Y a nosotras nos hacen muy felices. En serio, nos emocionamos mucho).

Eso sí, y quien avisa no es traidor: si el comentario es simple SPAM o demuestra que no habéis leído la entrada (y lo sabemos, siempre lo sabemos) recibiréis una sorpresa. No es nada malo, tranquilos. Pero recordad… Los Migueles siempre nos enteramos de todo.

¡Gracias y muchos brillis brillis para vosotros!