¡Hola holita, Miguelitos!
¿Qué tal? ¿Cómo estáis? ¿Cómo os va todo? Esperamos que estupendamente, pero si no y se os hunde un poco la vida, no olvidéis que está bien sentirse mal por un tiempo, pero que hay que remontar después. #It'sOkNotToBeOk. ¡A por todas, Miguelitos!
Ah, ¿que qué tal estamos nosotras? Pero qué amor sois, preguntándonos y preocupándoos por nosotras… ¡estamos bien, gracias! (Bueno, yo me he pasado toda la semana drogada a medicamentos. Ha sido una experiencia interesante, nada parecía real. Trabajar en ese estado es más difícil de lo que parece. Y como parece que le gusto, le he puesto nombre a mi enfermedad. Saludad a Clara). Este sábado hemos podido disfrutar de nuestra compañía y de la compañía de unos cuantos amigos más e ir a la Japan Weekend, y de paso allí nos hemos puesto cerdas a onigiris, nikumans y taiyakis. En serio, qué puto rico todo, qué maravilla, qué jolgorio. Disfrutar de la comida es uno de nuestros hobbys favoritos [los otros son Merry y Pippin, que nos representan al nivel más profundo (BADUMMM TSSSSS)]. Y precisamente de eso es de lo que os vamos a hablar hoy, porque nos sigue apeteciendo daros la brasa, como la semana pasada.
Ah, ¿que qué tal estamos nosotras? Pero qué amor sois, preguntándonos y preocupándoos por nosotras… ¡estamos bien, gracias! (Bueno, yo me he pasado toda la semana drogada a medicamentos. Ha sido una experiencia interesante, nada parecía real. Trabajar en ese estado es más difícil de lo que parece. Y como parece que le gusto, le he puesto nombre a mi enfermedad. Saludad a Clara). Este sábado hemos podido disfrutar de nuestra compañía y de la compañía de unos cuantos amigos más e ir a la Japan Weekend, y de paso allí nos hemos puesto cerdas a onigiris, nikumans y taiyakis. En serio, qué puto rico todo, qué maravilla, qué jolgorio. Disfrutar de la comida es uno de nuestros hobbys favoritos [los otros son Merry y Pippin, que nos representan al nivel más profundo (BADUMMM TSSSSS)]. Y precisamente de eso es de lo que os vamos a hablar hoy, porque nos sigue apeteciendo daros la brasa, como la semana pasada.
Decir que, a diferencia del de la semana pasada, este evento ha sido de todo menos decepcionante. Que ya de por sí la premisa era más interesante, porque comida, cosplays y cosas sobre las que fangirlear en general. El caso es que nosotras, además de a pasárnoslo genial, íbamos con la importante misión de hacernos con merchandasing de Doctor Who, porque actualmente tenemos una carencia significativa de ello. Que vosotros diréis «¿Qué tiene que ver un evento japonés con Doctor Who?» y eso, queridos Miguelitos, demostrará vuestra ignorancia general sobre los salones del manga y este tipo de eventos frikis, ya que allí HAY DE TODO.
¡¡¡DE TOOOOOODO!!! |
Fue entonces cuando nos encontramos con un puesto maravilloso gracias al cual nos hicimos la una a la otra el mejor regalo de San Valentín del mundo: orejas de elfo. Que diréis «¿Os emocionáis por unos plásticos para hacer puntiagudas las orejas?» y estaréis errando de nuevo (qué día lleváis, ¿eh?) porque no estamos hablando de los accesorios de látex para disfrazarse, sino de preciosa bisutería. No sabemos exactamente cómo ocurrió, pero tan pronto estábamos tranquilamente andando entre puestos y al momento siguiente estábamos tomando la decisión vital de qué orejas elegir entre todas las posibilidades. La verdad es que eran magníficas todas y nos costó un montón elegir, pero finalmente decidimos que, como nos queremos tanto y era nuestro regalo mutuo de San Valentín, íbamos a elegir las mismas en distintos colores ¡y aquí están!
Como distamos mucho de ser personas socialmente racionales, en vez de pedirles desde el primer momento una foto, procedimos a seguirlas dando saltitos tras ellas y correteando a una distancia prudencial para que no se percataran de nuestra presencia hasta que después de 10 minutos Marina logró armarse de valor y se abalanzó sobre ellas con su «¡Hola! Por… por favor. ¿Podemos… os importa… haceros una foto… con nosotros?» y, como ya había cubierto su cupo de trato racional, Camino a partir de ahí tomó las riendas de la situación (yo no recuerdo nada de tomar riendas ni hablar racionalmente, pero conseguí el Instagram de Missy. Algo haría) pidiendo redes sociales y haciendo preguntas mientras Marina daba saltitos extasiada. Probablemente nos tomaron por psicópatas porque ambas sonreíamos como desquiciadas.
Lo más gracioso de todo es que cuando le pedimos la foto, la que iba de 12 se apartó como si solo quisiéramos una foto con Missy, acostumbrada probablemente a que la gente se quisiera hacer una foto con ella pensando que solo iba «de época», y a nosotras casi nos dio un paro cardíaco en plan «¡No! ¡Omg, no! ¡Necesitamos! ¡Doctor!». Al final debió ver nuestros ojos suplicantes, porque creemos que fuimos incapaces de emitir ningún sonido inteligible en ese momento, y se quedó con nosotros (MENOS MAL, SE NOS HABRÍA ROTO EL CORAZÓN SI NO). En ese momento, cuando nosotras estábamos sacando nuestros bolis sónicos, sacó el destornillador sónico de 12 OFICIAL, MERCHANDISING OFICIAL y nuestros chilliditos subieron hasta un nivel en el que solo los perros y los murciélagos podían oírnos (mientras nos guardábamos los bolis sónicos porque ante eso habríamos quedado en evidencia). Como no queremos subir fotos nuestras a este blog para mantener el misterio (… que nos da vergüencita, vamos) os dejamos una suya, que son mucho mejores que lo que nosotros podamos subir:
Id a stalkearlas pero ya: 12 aquí. Missy aquí. |
Fue un gran día, en definitiva. Nos lo pasamos bien, comimos estupendamente, nos vimos, nos regalamos cosas… os deseamos que tengáis días tan buenos en compañía de vuestros seres queridos, porque valen mucho la pena.
Con mucho amor y brillis brillis
Camino (y Clara) y Marina
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