domingo, 5 de agosto de 2018

¿Eso son buzones? No, espera, ¡son personas!

¡Hola holita, Miguelitos!

¿Cómo os ha ido esta maravillosa semana? Estamos ya en el ecuador del verano y nosotras, por increíble que parezca, estamos deseando que termine porque al final lo estamos disfrutando igual que disfrutamos de comer una alcachofa, nada (Duda seria: ¿hay alguien que disfrute comiendo alcachofas? Es como decir que te apasionan las acelgas. Es antinatural).
Porque ¿de qué sirve un verano que no puedes disfrutar? Por suerte, en nuestras oficinas (cada una la suya, este blog no tiene redacción propia, por desgracia. Ejem. TODAVÍA) hay glorioso aire acondicionado y al menos no estamos muriendo deshidratadas durante nuestra jornada laboral (Lo que no quiere decir que fuera de ella no lo estemos haciendo). Así que, seh, que termine ya y así dejaremos de ser las pringadas que trabajan en vacaciones a ser unas más del rebaño de currantes.

Pero independientemente de esto, hoy venimos a hablaros de un tema que nos afecta a todos (y no, no nos referimos al calor oooootra vez, aunque lo hace). Es un tema delicado y que puede levantar ampollas y rozar sensibilidades. Aun así nosotras, abanderadas de la verdad y la justicia, vamos a dejar atrás lo políticamente correcto y poner las cartas sobre la mesa. Aquí las cosas claras y el chocolate espeso (tal y como nos gusta y como se debe de hacer. Atrás, aguachirris chocolateados).

Miguelitos, venimos a hablar de la elección de actrices bocabuzones en las películas de Camp Rock.
Sí, ¿qué pasa? Todos sabéis que los Migueles amamos Disney y, aunque este amor se debe a las películas animadas principalmente, tenemos el placer culposo de disfrutar de las películas de estreno directo en Disney Channel (de las que hablaremos largo y tendido algún día, ya que la mayoría de ellas valen la pena, aunque sea solo para echarse unas risas a su costa). No tiene nada de malo.

En este caso en concreto nos referimos a la película de los Jonas Brothers (sí, exacto. Si no la habéis visto, ya sabéis por donde va la calidad con esto) con Demi Lovato. Por si no conocéis la trama de Camp Rock, nos encontramos ante una pava (Demi) que quiere ir a un campamento de música rock (aunque ese campamento tiene de rock lo que nosotras de empresarias de éxito) (Supongo que Camp pop horriblemente comercial era un título demasiado grande y no quedaba bien con el paisaje) pero tiene que ir de chanchullo porque sus padres no tienen suficiente dinero como para mandarla sin más, así que tiene que trabajar. Allí se encuentra con que hay gente muy maja y chicas muy malas, y como las malas, además de pijas, son populares, se junta con ellas (porque tiene la personalidad de una piedra) y se hace pasar por alguien que no es. Entre tanto, se pone a cantar en una sala y Joe Jonas la escucha y se enamora de inmediato, pero como no le ve el jeto, pues no sabe quién es. Mientras, se hacen amigos (la pava y el pavo) pero luego, ¡OH, DRAMA!, se descubre que Demi les había estado mintiendo todo el rato haciéndose pasar por una ricachona cuando su familia es de clase trabajadora y se enfadan (porque pudiéndote enfadar por cosas realmente importantes, como el hambre en el mundo, la desigualdad y los jerséis que parecen suaves y después pican, eliges enfadarte por esto. Estupendo, eh). Finalmente y tras mucho lío, Joe descubre que Demi era a la que había oído cantar y ea, todo mu' bonico porque los dos se habían colgado del otro (por supuesto, le perdona todo porque solo hace falta ser guapa y tener una voz bonita para que te perdonen todo). Fin.

¡Bueno! Volviendo al tajo. Si bien podríamos rajar páginas y páginas sobre los Jonas (porque, en serio, ¿anillos de castidad? ¿Y ese pelo planchado lamido?), en este momento nos centraremos más en Demi y, más concretamente, en su boca.


Esa boca king size. Porque la tiene. En serio, ¿por qué? Y encima en la peli no se cortan un pelo y te la enseñan tanto que hasta le puedes ver las caries si te fijas. Pero es que además de tener la boca enorme, la tía va y sonríe lo más ampliamente que puede, con todas sus fuerzas, incluso parece forzarse a ello, ¡relaja los empastes, Demi, esto no es un concurso!, que parece que le hubieran estado diciendo «Demi, sonríe más, MÁS, que esto es lo que quiere ver América, ¡el mundo!; si te duelen las mejillas te jodes, SONRÍE». ¿POR QUÉ? ¿Qué le hemos hecho nosotros? (En la segunda película hay, de hecho, un plano de pesadilla de ella sacando todos los dientes que da un mal rollo que alucináis. Recomendadísima, aunque solo sea por eso).

Pero por si esto fuera poco, luego está la otra. Sí, sí, hay otra. Porque no contentos con la bocabuzón original, los creadores decidieron meter en Camp Rock 2 (cuya trama, bueno… también brilla un poco por su ausencia) a otra coprotagonista, más buzón aún que la anterior si es que esto era posible. Lo fue. Lo hemos visto. Saca tantos dientes al sonreír que parece un tiburón. Se le ve más allá de las muelas del juicio. Es una amenaza internacional. Necesitamos a los Hombres de Negro. A-Y-U-D-A.


Pero ¿qué les pasa a la peña de Disney Channel? ¿Es que el casting para ser coprotagonista femenina de estas películas consiste en meterse un plátano entero de frente en la boca? ¡Sus bocas podrían ser usadas de tocadiscos! En serio, son como payasos siniestros. Las comisuras de sus bocas se salen de sus caras, de verdad. ¡Sus caras no pueden retener tanta boca! Sabemos que dicen «a caballo regalado no le mires el dentado», pero en este caso no podemos evitarlo, ¡no puedes no mirar!

Esto, por supuesto tiene una serie de pros y contras que expondremos a continuación:

Pros
  • Puedes comerte la hamburguesa de un bocado sin que se queden las puntitas solitarias y así no te manchas las mejillas.
  • Ante una amenaza de daño físico, puedes dar una dentellada al aire y esa persona jamás volverá a acercársete en la vida.
  • Si quieres asustar a alguien, solo tienes que mirarlo y sonreír.
  • Si hay un apocalipsis y el agua y la comida comienzan a agotarse, puedes almacenarlas en los mofletes y tener reservas para varios meses como si fueras un hámster.
  • Serás el mejor zombie que te puedas imaginar.
  • Puedes meterte toda la comida de vez en la boca y como ya la has lamido nadie te la puede quitar.
  • No tienes que elegir qué comes y qué dejas, porque cabe todo (*guiño, guiño*).
  • Siempre encestarás las palomitas.
  • Puedes montar una pequeña piscina en tu boca y cobrar entrada.

Contras
  • Hay demasiados dientes que limpiar.
  • El dentista necesitará una escobilla de váter para poder abarcar toda tu boca.
  • Si abres la boca en el mar, puede que tengas un pulpo, siete besugos y una morena de inquilinos entre las muelas por el resto de tu vida.
  • Es difícil alimentar a una boca tan grande.
  • Estornudando puedes provocar un pequeño tornado.
  • No ganas para pasta de dientes e hilo dental. Ya no hablemos del dentista.
  • Cuando te ríes en público, espantas a la gente a tu alrededor.
  • A lo que bosteces un poco pueden entrar en tu boca quince mosquitos, seis moscas, un freesbee y un paracaidista despistado.
  • Si en algún momento necesitaras brackets, te pondrán andamios en los piños.
  • Por mucho que te puedas poner muchas cosas en la boca, con esa gran abertura se te caerá todo por todas partes.


Sabemos que esto puede suponer una sobrecarga de información (a lo mejor no esperabais que os contáramos la trama de Camp Rock y después expusiéramos hechos sobre bocas grandes), por lo que lo vamos a dejar aquí, para que luego digáis que no hacemos crítica social y que no nos preocupamos de los problemas de la orden del día. Lo que pasa es que no nos tenéis fe, pero nosotras os queremos igual. De hecho, incluso si fuerais uno de esos temidos bocabuzones, también os querríamos. Porque somos altruistas, cariñosas y nada rencorosas, así que no nos enfadamos si vuestra amplia sonrisa amenaza nuestras vidas (porque a lo mejor no lo hace, pero se siente como tal).

Y recordad que vosotros también podéis aportar a este blog. No os cortéis, sí conocéis alguna otra bocabuzón de Disney, decidnoslo enseguida. Con un poco de suerte, si somos suficientes, podemos hacer un change.org para erradicar las amplias bocas de Disney. Y recordad, «en boca cerrada no entran moscas». Pero comentadnos. Cabrones. ¡Que con la boca cerrada podéis seguir usando las manos!

Con mucho amor y brillis brillis
Camino y Marina

1 comentario:

  1. Yo amo las acelgas :(
    PD: No he visto Camp Rock, pero siempre viene bien permanecer informado de los peligros que puede acarrear acercarte a una persona con complejo de buzón. ¡Muah! :)

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