lunes, 18 de julio de 2016

Receta para vagos #7: Melón con jamón deconstruido y reconstruido.

¡Hola holita, Miguelitos!


Qué, ¿cómo estamos? Nosotras vagueando (Qué raro en nosotras, ¿no? Que somos tan activas... y aventureras...). Nos gusta vaguear (Llevamos el arte de procrastinar en nuestras venas), es la actividad más exitosa existente en el mundo, y la más cómoda. Os deseamos mucho vagueo y tranquilidad, a poder ser bajo el ventilador o el aire acondicionado. Disfrutad, os lo habéis ganado.


Bueno, bueno, bueno. Hoy estamos vagas (nada dejaba caer que fuera a pasar esto. Es una sorpresa). Más de lo usual (Por eso hoy es un día mejor que los demás). Es un domingo lunes tranquilo, Marina está en Ortigueira de fiesta (En realidad estoy tirada en la playa escuchando música celta, oyendo a la gente gritar "¡Antonio!" y quemandome muy mucho) y Camino tirada en la cama viendo vídeo tras vídeo de Buzzfeed… pero hace calor. Y para combatir el calor, ¿qué mejor que una receta fácil, sencilla y fresquita? Aparte del aire acondicionado, la piscina, la playa, la montaña, el ventilador... Bueno, que por la ley de nuestros cojones al viento toca receta. Hombre ya.


Y esta es la maravillosa receta de verano de Camino (porque a Marina, si somos sinceros, no le gusta el melón, pero ella se come alegremente el jamón sin problema. ¡To' pa' mi!) que realmente es melón con jamón pero en versión "modern cuisine" (¿se dice así?), llamada crema de melón. Apta para el veranito más caluroso.

¿Estáis preparados? ¡Esperamos que sí, porque si no os vais a tener que aguantar! ¡Allá vamos!

WIIIIII
INGREDIENTES
-Medio melón maduro [muy importante. Tiene que estar maduro porque le añade un poco de dulzor a la crema (Y porque si está pocho se lo va a comer quien yo te diga)].
-Un chorrito de aceite de oliva.
-Nata de cocina (bote de 200 ml).
-Jamón picado (del de verdad, no del de York. Un poco de por favor) (Porque todos sabemos que el otro es ficticio, que si, está bueno, pero no creo yo que tenga el nivel para hacerse llamar jamón).
-Una pizca de sal.


PROCEDIMIENTO
1. Coja el medio melón y córtelo en cachitos (sin añadir la cáscara, que le daría un toque amargo, ¡mantengan la lógica a mano!) a un recipiente donde poder batir con una batidora de mano o, si no tiene, una de vaso.
2. Comience a batir junto con el chorrito de aceite y la pizca de sal hasta dejarlo lo más líquido posible (Papissslla).
3. Saque el bote de nata líquida de cocina de la nevera (debe de estar en la nevera hasta casi el último momento, para que esté bien fresquita) y ábralo con cuidado de no salpicarse a usted, cualquier persona que esté a su alrededor o lo que haya en la cocina (si se salpica no es el fin del mundo, pero tenga cuidado) (Que luego hay que limpiar y menudo coñazo).
4. Echando poco a poco, vaya añadiendo la nata al puré de melón, por lo menos tres cuartas partes del bote.
5. Una vez haya echado esas tres cuartas partes del bote, pruebe la mezcla. Debe de estar como le guste a usted, realmente. Si necesita más nata, eche más nata, si no, no. (Más fácil imposible). (Y si necesita echarle un buey entero, no se corte, échelo. Al final, va a ser usted quien se lo tenga que comer). (Yo suelo echarle casi toda la nata).
6. Reserve en la nevera hasta la hora de comer, para que esté bien fresquito, y mientras vaya limpiando lo que haya manchado, que así ahorra trabajo para después (O deje la limpieza a una persona más capacitada como... otro).
7. A la hora de comer, saque el recipiente y sírvalo en boles/platos hondos, echándole por encima un poco de jamón picado.
8. Disfrute de este plato de melón con jamón deconstruido (Y vuelto a reconstruir), y alardee con sus conocidos de su originalidad y arte en la cocina.



Como veis, esta receta es realmente fácil. Todo el trabajo lo hace la batidora, realmente, y queda rico, rico y muy fresquito. Vosotros, Miguelitos, decidís cuando tomarlo: de primer plato, de postre… a Camino le gusta más como primer plato porque abre boca para comer más cosas (Y porque lleva jamón. Si algo lleva jamón me cuesta pensarlo como postre) (A Marina le gusta comerse el jamón. A todas horas), pero vosotros tenéis una libertad de agencia magnífica que podéis usar cuando queráis, de modo que podéis liberaros de la tiranía del orden en el que se comen los alimentos y tomarlo cuando y como os de la santa gana.

Queridos Miguelitos, aquí se acaba la entrada de hoy. Esperamos que os guste la receta, que la pongáis en práctica y, que si lo hacéis, nos contéis que os ha parecido. Nosotras volvemos a disfrutar de la calma chicha de este domingo lunes maravilloso. Os aconsejamos que hagáis lo mismo.

Con mucho amor y brillis brillis
Camino y Marina

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