Viñeta #4: El arte de la concentración

¡Hola holita, Miguelitos!

Qué, ¿cómo se ha portado con vosotros esta semana? Con nosotras no ha sido tan mala, pero como estamos tan cansadas siempre pues da la casualidad que nos da igual ya que se porte bien, mal o regular. Se la regaña y punto, aunque no se lo merezca (Injusto, sí, pero necesario). 

A ti te lo perdonamos todo. GRRRRR. (\(*-*)/ A mis brazos, amor mío).

Bueno, queridos, resulta que es que ha salido X-Men: Apocalipsis. (JUAJUAJUAJUAJUA, COMO AMO X-MEN). La vida a pesar de todo es bella (Y nos ama :'D). Eso sí, no venimos a hablaros, por ejemplo, de que Camino ama con locura a Lobezno o a Charles Xavier [en sus versiones vieja y joven (*Insertar a Camino con corazones en los ojos*)], del gran fanatismo de Marina con Tormenta [la que sale muy mal parada en las películas porque no se le da el reconocimiento que merece (Porque, en serio, es mucho más genial que eso)] y su famoso ship de Lobeznomenta (Lobezno y Tormenta para los más despistados) que en realidad no hemos podido hacer en esta peli (en la serie de dibujos de mi infancia era canon y eso me hacía taaaan feliz), o de los alaridos emocionados que estuvimos emitiendo en el cine mientras tirábamos palomitas, chuches y Coca-cola por los aires de la felicidad extrema. Hoy no vamos a hablaros de eso (aunque lo haremos algún día, así de sorpresa). (Si es que os mimamos porque os queremos).

JEPJEP, SÍ. Y con gifs temáticos.

Tampoco venimos a relataros la increíble cena que nos metimos entre pecho y espalda en el Tommy Mel’s porque dar envidia no es nuestro estilo… a veces. Otras sí. Ya lo haremos, ya… (Yo al final no fui. Y lloro. Mucho. Marina me dio envidia susia) (Tortitas con sirope de arce y batido de fresa, ¿quién no tendría envidia?).

Y es que  os traemos una viñeta. O un dibujo. Aún no lo hemos decidido, porque ¿por qué no? La vida es corta y hay que aprovechar todas las oportunidades posibles para viñetear o dibujar (#Conceptos). 

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Al final hemos decidido dejaros una viñeta porque oye, viñeta (nos ha costado tres líneas de puntos suspensivos decidirlo. En menos tiempo se han erigido imperios). ¡He aquí la obra de arte!

Y es que como nos tiramos prácticamente todas las tardes en la biblioteca (y extrañamente no avanzamos demasiado, algo pasa) pasamos también muchas horas juntas... y mucha gilipollez juntas. La más conocida es la de ponernos música (generalmente Disney o música de los 80s-90s) para estudiar y acabar bailando silenciosamente (y cantando silenciosamente también, lo damos todo por el público) en medio de una biblioteca atestada (y muy, muy recalentada. En serio, se pasan tres pueblos, hace un calor ahí dentro que ni en Agosto) mientras la gente nos mira atónita ante el espectáculo que damos. (Se quejarán, anda que no somos divertidas ni nada) (Nos mandan chistar como si sus apuntes fueran más interesantes que nuestro fantástico espectáculo, ¡qué poco nos merecen!).

Como podéis ver, lo nuestro es gilipollear (#Concepto) donde sea y cuando sea. ¿Y vosotros? ¿Qué tal lleváis la gilipollez en este tiempo de exámenes? ¿Sois de biblioteca o de casita? ¿Estudio solitario o en grupo?

Con mucho amor y brillis brillis

Camino y Marina