domingo, 14 de febrero de 2016

Receta para vagos #2: Cómo comer moviendo sólo un dedo.


¡Hola holita, Miguelitos!

¿Qué tal habeis pasado el fin de semana? Nosotras por fin terminamos los exámenes y de ahora en adelante tendremos tanto tiempo que no sabremos qué hacer con él, pero pasemos a lo importante. La receta de hoy es una un poco más complicada que la anterior, pero aun así, a pesar de su dificultad intrínseca, resulta sencilla, tanto que cualquier persona, animal, cosa (vale, tal vez cosa no. Tal vez animal tampoco. Bueno, dependería de lo bien entrenado que estuviera...) puede llevarla a cabo. ¿Preparados para comer algo delicioso haciendo el mínimo esfuerzo posible?


¡Pues allá vamos!


INGREDIENTES
Voz.
Teléfono.
Dedo (o un palo/lápiz/instrumento con el que apretar las teclas).
Folletos informativos.
Un poco de dinero.

PROCEDIMIENTO
Lo más importante es disponer de un teléfono funcional y algún dispositivo de habla (la voz vale, aunque también puede usar el morse, aunque no aseguramos que el receptor del mensaje lo entienda), además de algo con lo que pulsar teclas.
1. Hojee el folleto informativo de la comida que más le interese ese día.
2. Decida qué quiere comer.
3. Levante el auricular del teléfono (si es un móvil, sáltese este paso).
4. Use el instrumento/palo/lápiz o en su defecto dedo para pulsar las teclas que le pondrán en contacto con el establecimiento elegido.
5. Prepárese para usar su propia voz y comunicarle al (o a la) amable telefonista la elección deseada del día. (Yo siempre apoyo poner voz de mafioso o de secuestrador, le da un toque especial al preparado). (Si pone voz de carajillero y el telefonista es extranjero la experiencia quizás sea algo compleja de llevar a cabo, pero significativamente más interesante).
6. Prepare el dinero que se requiere para realizar la transacción con resultados satisfactorios.
7. Siéntese cómodamente a esperar su comida (esto es opcional, también puede tumbarte en el felpudo). (O hacer el Magikarp por la casa, no juzgamos a las personas por sus preferencias a la hora de pasar el tiempo).
8. Ábrale al repartidor y compruebe si es agradable a la vista (si no lo es, repita la operación desde el principio... okno).
9. Si el paso anterior le ha satisfecho, puede pedirle su número de teléfono y recogerlo felizmente (La comida, no al repartidor. Que también puede recogerlo felizmente, si quiere)(Los resultados a esta opción [lo de recogerle] pueden variar: no aseguramos que se deje. Lo mismo sale huyendo dejando el paquete detrás y mire por donde, no tiene que pagar la comida).
10. Pague. (Siempre que tenga dinero para hacerlo. Si no no debería haber llevado a cabo siquiera el paso 1).
11. Coloque la comida elegida en una superficie relativamente estable y abra las cajas o botes.
12. Disfrute (por si no lo han entendido: ya pueden comer).


Como veis, esta receta tiene más pasos y una dificultad más avanzada, pero resulta igual de satisfactoria que la anterior (los resultados nutricionales pueden variar, no nos hacemos responsables de colesteroles altos, comienzos de diabetes, subidas de tensión y muelas picadas). (O de la felicidad! Porque a veces también puedes pedir que te traigan a casa la felicidad! Es decir, queso).

Con mucho amor y brillis brillis,
Ana, Camino y Marina

2 comentarios:

  1. He visto recetas geniales, pero esta es la mejor. Y si, lo mejor es pedir cuando hay visitas ahorras tiempo y todos salen felices y muy contentos :D
    Un besote
    Lena

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  2. Me ha dado hasta hipo de reírme, sois geniales! Os pongo en mi carpeta de vips para no olvidarme de vosotras nunca (aunque como olvidarme si me hacéis reír cada día por whatsapp) os loviu mucho xD

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