… o feliz año nuevo.
¡Hola holita, Miguelitos!
Hoy no queremos traeros una entrada currada. Principalmente porque es año nuevo (¡HOLA, 2018, ADIÓS, 2017) y estamos a tope de power con las celebraciones, comidas y demás paparruchas festivas. Es por eso por lo que solo hemos querido pasar por aquí para desearos lo mejor de lo mejor, que os hinchéis mucho a comida y que los Reyes Magos os traigan todo lo que queráis (a no ser que queráis la exterminación mundial, en cuyo caso, Miguelitos, no podemos apoyaros por cuestiones legales).
Nuestro 2017 ha sido toda una odisea, nada de un año tranquilito, ¡quia! Hemos perdido y ganado (sí, nunca sabemos dónde dejamos las cosas), hemos llorado y reído (COCO), hemos estado muertas del agotamiento e hiperactivas al máximo. Vamos… ha sido un año como otro cualquiera.
¡Y lo que es más, es otro año que pasamos en blogger, con vosotros! Vale que os hemos dejado abandonados la mirad del año, pero babababaa. Lo importante es que hemos vuelto, ¿no? Y que, por el momento, no pretendemos volver a irnos. Si fuera por nosotras dedicaríamos toda nuestra vida a soltar chorradas por aquí, pero por el momento ningún cazatalentos se ha dado cuenta de nuestro increíble habilidad chorradil y tenemos que seguir ganándonos la vida como simples humanos y teniendo una vida cero glamurosa por la que no firmamos. Lo que no quita para que sigamos estando totalmente en contra de hacernos mayores y responsables y sigamos manifestándonos contra la madurez (de maneras más o menos efectivas).
Esta Nochevieja hemos tenido la suerte de pasarla juntas, como no habíamos tenido la oportunidad hasta el momento, lo que, como era de esperar, ha sido bastante genial. Lo que fue nuestra noche, a grandes rasgos, se resume en cenar pato de caja (Una raza de pato muy interesante y rico cuyo hábitat son los grandes almacenes y supermercados), comer uvas muy concentradas en la tele para no reírnos y terminar echándolas, ver los fuegos artificiales y pasar la noche explotando gatitos (¡FIESTA!), cantando canciones con el doble de nuestros años y jugando a un Trivial que era un insulto a nuestra inteligencia. Como veis, una Nochevieja de lo más normalita, sin sobresaltos, que ya sabéis que a nosotras no nos van las farras, preferimos las diademas de espumillón y las panderetas. Y los globos. Ojalá hubiéramos tenido globos.
Y, aunque en realidad esta entrada es solo una apresurada felicitación de Año Nuevo, no queremos empezar el año sin daros algo de nosotras que, aunque pobre, en realidad es bastante representativo (porque gritos): nuestros primeros vídeos del año. Si bien es cierto que no podréis ver en ellos nuestra incomparable belleza (todavía), si que podréis oír en ellos nuestros gritos y berreos mientras disfrutamos de los fuegos artificiales que cubrían Madrid. Además, si sois capaces de identificar quién es quién en las voces principales de los vídeos os otorgaremos un minipunto que podréis convalidar por cosas tan útiles como una anilla de lata y un lapicero sin punta, ¡no dudéis en intentarlo!
Yo os mato, estaba leyendo tan entretenida y divertida la entrada y vais al final y me ponéis el gif de Tennant como el Doctor despidiéndose de Rose. Os odio mucho porque ahora mi corazón llora, aunque también os deseo un feliz año nuevo y en el fondo os quiero un montón. Jum <3
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