domingo, 14 de octubre de 2018

Tag egocéntrico doble.

¡Hola holita, Miguelitos!

¿Qué tal esta temporada temporosa? ¿Se os está haciendo larga largosa? ¿O corta cortosa? Nosotras (nosotrosas), como siempre, hemos sufrido una larga semana y un cortísimo finde. Suponemos que es una sensación general (y eso que vuestro finde no dura un día, como el mío), así que tampoco vamos a ahondar mucho en ello. Además, Camino ha recibido algunas malas noticias y está sintiendo un peso ominoso sobre su espalda. Solo decir que sus galletas no han funcionado (estoy triste). Solo diremos que drama, drama, drama. Siguiendo la línea de nuestras vidas.
Pero, a pesar de todo, aquí seguimos al pie del cañón, día a día. Deberíais premiar nuestro esfuerzo y dedicación (aceptamos camiones de queso y chocolate, aunque no mezclados, y maletines de billetes sin marcar y no consecutivos, gracias).

Hoy venimos con algo especial. Como siempre. Porque siempre os traemos algo superespecial de la flonchis* para que podáis disfrutar de nosotras y las producciones de nuestras privilegiadas (y oligofrénicas) mentes. ¡El uso de las palabras grandes! No, en realidad no vamos a hablar de eso, pero tampoco lo descartamos para un futuro, ya que suponemos que no somos las únicas que han sido molestadas por el uso de tecnicismos y palabras cultas, ¡o simplemente por hablar bien, con propiedad! ¿Tan terrible es decir «obviamente»? ¿Eh? ¿U otras palabras chachis? ¿Tan terrible es? ¿Tan repipis nos hace? De todas maneras, no importa. La cosa es que no vamos a habar de esto, sino de otra cosa completamente distinta, solo que nos gusta distraeros. Y distraernos. Nuestras mentes son caos absoluto. También hay arcoiris.

El caso es que el otro día Marina hizo un tag que Camino hizo en su propio blog, pero en el blog Mazo de Vips, en el que estuvo contestando a sus preguntas, y Marina volvió a nominarla haciéndole otras preguntas (¿nos hemos explicado? ¿Lo habéis entendido?). Y entonces se nos ocurrió: ¿por qué no hacer un tag respondiendo a nuestras propias preguntas? ¿Y por qué no hacer ese mismo tag y que en vez de ser «11 cosas sobre mí», sea «11 cosas sobre nuestra amistad» o algo así? Probablemente suene muy egocéntrico, ¿pero no es acaso el tag ya muy egocéntrico de por sí? Así que al final decidimos juntar todas nuestras preguntas y contestarlas juntas [en el caso de Marina ya las ha contestado en Mazo de Vips, pero lo vuelve a hacer igualmente (cualquier parecido es simple coincidencia, no me hago responsable)]. Y también vamos a decir 11 cosas sobre nosotras y vais a tener que tragaros lo mucho que nos queremos, hale.

11 cosas de mi amistad con Camino
  • El primer recuerdo que tengo de ella es esperando en la cola del autobús de la universidad en el primer año de carrera. Camino estaba leyendo Fahrenheit 451 (portada azul y letras blancas, si no recuerdo mal) y yo le pregunté por el libro porque tanto ella como su lectura me habían llamado la atención. Ella dijo que lo estaba releyendo. Nos subimos al bus, ella siguió leyendo su libro y yo mi móvil. No fue hasta un año y medio después que, sin haber tenido una conversación decente nunca pero arrastradas por nuestro amor a la comida japonesa, terminamos comiendo juntas por decreto ley una vez al mes, siendo este el comienzo de nuestra amistad. Pero yo siempre tendré ese recuerdo anclado en mi mente.
  • No solemos discrepar casi nunca, pero no hay manera de ponernos de acuerdo con la película de Amélie. A mi me encanta y ella la odia.
  • Alguna vez hemos discutido por WhatsApp, pero no recuerdo ni una sola vez que lo hayamos hecho en persona.
  • Como ya he dicho en alguna ocasión, mi temperatura corporal suele ser algo alta, por lo que aguanto muy bien el frío y algo mal el calor. Camino, por otro lado, es un lagarto y su temperatura se adapta a la temperatura ambiental de manera que cuando hace frío pasa mucho frío y cuando hace calor pasa mucho calor. Así que en invierno terminamos haciendo simbiosis, yo le caliento sus frías manos con mi cara y ella me refresca mi caliente cara con sus manos.
  • Mi madre lleva años pensando que Camino forma parte de mi imaginación porque la he invitado muchas veces al pueblo conmigo pero nunca ha podido venirse, así que nunca se han conocido.
  • La frase más romántica y bonita que me han dicho nunca ha sido, por supuesto, de Camino y fue mientras estábamos hablando de irnos de viaje juntas y las pocas posibilidades que teníamos de realizar un viaje guay porque somos pobres como ratas. «Marina, contigo Albacete suena a las Bahamas».
  • La primera muestra de amor que nos dimos fue en torno a tercero de la carrera y de una manera, por supuesto, muy nuestra. Ibamos caminando hacia una máquina expendedora a por un kinder bueno, porque en aquellos tiempo en los días malos solíamos consolarnos con kinder bueno y nos premiábamos los días buenos igual. El caso es que iba contándole algo a Camino cuando de repente me eché un eructo enorme. Camino se quedó bastante shockeada y yo simplemente le dije «significa lo mucho que te quiero» y seguí contándole la anécdota. Ella solo se rió y dijo «precioso». Poco después Camino me envió varios audios con sus eructos para poder ponerlo de tono del móvil. Desde entonces para nosotras los eructos significan que nos queremos. 
  • Una vez pasamos todo un viaje en autobus (media hora) teniendo una conversación coherente solo diciendo frases de los vídeos de HDub. Donde abunda el entendimiento sobran las palabras.
  • Las papilas gustativas de Camino tienen una forma de percibir excéntrica, por llamarlo de alguna manera. Yo descubrí esto cuando le di un chicle de fresa y ella me corrigió diciéndome que sabía a «lo que huele un niño que ha comido petitsuis caducado». Desde entonces suelo imaginármela olisqueando niños en el parque. 
  • Camino es una persona superobsesionada con la acumulación de archivos en el móvil, tiene todas las imágenes que quiere guardarse organizadas por carpetas y todo lo demás lo borra al momento. De hecho las conversaciones de WhatsApp las borra diariamente, casi como si fuera un trastorno obsesivo compulsivo. La única conversación de WhatsApp que nunca borra es la mía y, de hecho, cuando lo hace sin querer se pone muy triste y dramática.
  • Tanto Camino como yo somos completamente indignas a la hora de salir de la piscina. Fuera de que esto nos avergüence, terminamos haciendo la ballena varada la una al lado de la otra compitiendo a ver quién es más indigna. 

11 cosas de mi amistad con Marina
  • El primer recuerdo consciente que tengo de Marina es de Halloween, en la universidad, aunque creo que también recuerdo su camiseta de «fuego», como la llamo yo (es amarilla, naranja y roja) (Actualización: según Marina, no era esa, sino que llevaba una de caballos, pero como yo identifico a Marina con su camiseta de fuego, ea) en la presentación de la carrera. Por eso y porque llegó tarde. ¡El caso! Estaba en el baño y de pronto vi salir a una chica con el pelo muy cortito y vestida de muerta en pijama (muy fan de esto). Intercambié unas cuantas frases con ella y me pareció muy dinámica y divertida, pero, como ya ha dicho Marina, no nos encontramos de verdad hasta un año y pico después. Gracias, Tradisushi (marca registrada por nosotras) por unirnos.
  • Cada vez que «discutimos» nos ponemos superdramáticas a los tres segundos y ya estamos pidiéndonos disculpas y reiterando una y otra vez nuestro amor. Por si acaso. Nos aterra perdernos (la una a la otra, perdernos en sitios no nos supone gran problema).
  • No sé si os lo contamos, pero tenemos una expresión particular que nunca falla en hacernos reír o levantarnos el ánimo cuando tenemos un mal día: consiste en abrir la boca y los ojos con cara de alegría un tanto psicópata y asentir repetidas veces todo lo rápido que se pueda. El caso es que Marina me regaló un cojín en el que sale su cara con esa expresión (a mi familia le da mal rollo, dicen que te sigue con los ojos. Es cierto, pero a mí me encanta, aunque durante el día tengo que esconderlo porque les perturba de verdad) y a veces cuando me aburro lo aplastujo (creando nuevos caretos de lo más divertidos) o lo muevo como si estuviera haciendo esa expresión. No falla en matarme de risa.
  • Es la única persona con la que compartiría el algodón de azúcar. Y el queso. De hecho, todo el mundo sabe que Marina es mi persona preferida en el universo, y nadie puede competir contra ella.
  • Marina es la persona introvertida que mejor lo oculta del mundo entero: no solo no parece serlo en absoluto sino que, además, como es tan dinámica y alegre (después la conoces y sabes que es dinámica, alegre y deprimente al mismo tiempo, pero de cara al público no se nota), jamás se te pasaría por la cabeza que odia a la gente y si por ella fuera se iría a vivir a una cueva con wifi y servicio a domicilio para no tener que aguantar a la sociedad. Es fantástico.
  • Tenemos lo que yo llamo «el fenómeno de la balanza», que significa que cuando algo nos pasa en común que nos frustra o enfada, en el momento en el que una está cabreada, la otra ofrece el punto de vista racional y viceversa. Es de lo más esclarecedor y es genial. Sin embargo, el fenómeno de la balanza no funciona cuando ambas estamos confusas y estresadas ante convencionalismos sociales o determinadas formas de comportamiento derivadas de esos convencionalismos: como ahí las dos somos catetas hasta límites insospechados, las dos nos retroalimentamos en nuestro estrés.
  • OJO, MARINA ESTO TE VA A DAR TODO EL ASCO, LEE CON CAUTELA. A Marina le mata de asco el mero mencionar pelo mojado acumulado en el desagüe de la bañera, pero a límites insospechados, de que se pone mala de verdad. A mí solo me da asco el hecho de pescar el mechón en cuestión, y por eso durante tercero y cuarto de carrera me divertía describiendo esto porque le dan arcadas y todo y a mí me mata de risa. Una vez conseguí darle arcadas a la vez a un amigo y a ella (iban cada uno a mi lado) y hacer que ambos se alejaran de mí a toda velocidad formando una curva preciosa. Me reí tanto que casi me caí de culo en pleno Callao.
  • Una cosa que nos gusta hacer y que, de hecho, es bastante representativa de nuestra dinámica (y me atrevería decir que de nuestras personalidades también) es el cómo nos denominamos a veces: ella es el Spock de mi Kirk y yo soy el Capitán América de su Iron Man. Y sí. Esto es tremendamente romántico.
  • Ella me metió, tras años de insistir, en el rol en el que estoy actualmente. Me resistí como una jabata, pero me acabó ganando por agotamiento, y estoy tan agradecida de ello.
  • Hubo un año en el que me enteré, cuando ya éramos muy amigas, de que Marina llevaba años sin recibir regalos de Reyes, y yo, ultrajada ante semejante ofensa, decidí que de eso nada y les escribí una firme carta en la que básicamente decía «Pero qué cojones. Regalo para mi amiga ya». Ese año los Reyes Magos le dejaron un regalo en mi casa y desde entonces no ha habido Reyes que no le cayera algo (y a mí ahora también me dejan alguna cosita en su casa).
  • Una de las cosas más bonitas que alguien ha hecho por mí ha sido, por supuesto, algo que ha hecho Marina: yo llevaba detrás de un libro de mi autor preferido años y no lo encontraba por ninguna parte porque estaba descatalogado. Tras meses (y probablemente años) de quejarme ante esta situación, un día Marina me sorprendió con un paquete, ¡QUE ERA EL LIBRO QUE LLEVABA BUSCANDO SIGLOS Y SIGLOS! Lloré.
Preguntas de Marina

1. ¿Twix o kinder bueno?
Camino: Kinder bueno. Para mí no hay dilema posible, mataría por un kinder. Con el chocolatito por fuera y la crema de avellanas y la galleta, ogggggggggg. Ahora quiero. ¿¡Y mi Kinder!?
Marina: Pues es una decisión difícil porque a mi me encanta el kinder bueno, pero creo que tengo una debilidad con el twix porque cada vez que lo veo algo me incita a comprarlo y no compartirlo ni con mi sombra. Pero el kinder bueno es kinder bueno. Y el twix es twix. ¿Puedo elegir kinder twix? ¿o el twix bueno?

2. ¿Cómo es el huevo frito perfecto para ti?
Camino: Yema sin hacer, clara perfecta y blanca. No me gustan mucho las puntillas, le ponen al huevo frito un toque de crujiente que a mí no acaba de convencerme. ¡Ah! Y como soy de familia leonesa y por tanto todo con pimentón está bueno, con un poquito de pimentón espolvoreado por encima.
Marina: Los bordes con puntillas y la yema cruda. Soy de las que piensan que la yema de huevo debería ser una salsa en sí.

3. Explícame en pocas palabras por qué la tortilla de patata sin cebolla no es una opción.
Camino: Voy a ser clara y rotunda. La respuesta es PORQUE NO. Y ya está, no entiendo por qué la gente se empeña en comer mal la tortilla de patata.
Marina: No solo no es una opción, sino que ni siquiera debería ser considerada una tortilla. Es como si dices que las lentejas con chorizo son solo lentejas y chorizo cuando tienen muchas cosas más. O como si dices que la ensalada es solo lechuga aliñada. ¿Qué clase de cosa insípida es esa?

4. ¿Qué tal?
Camino: Bastante decente. Estoy corrigiendo un ladrillo, pero oye, tengo perspectivas laborales decentes para unos mesecillos, un puñado de uvas a mi lado y un círculo de personas al que adoro. Ahí vamos.
Marina: Pues bueno, no me puedo quejar (aunque lo hago un montón). Tengo casa, curro, un gato demoníaco, una Camino y un gallego. Según tengo entendido esto significa tener una situación estable. Así que se puede decir que estoy bien, gracias por preguntar.

5. Dime tus 5 comidas favoritas poniendo especial énfasis en la razón.
Camino: Curiosidad curiosa: de pequeña comer no me gustaba mucho. Las cosas hoy en día han cambiado mucho. No voy a ponerlas en orden porque, de hecho, esto es más difícil de lo que parece, pero:
Sopa de cebolla. Con queso parmesano por encima. Puto amo la sopa de cebolla. Yo no la como, la inhalo.
Ramen. Delicioso, básicamente un cocido pero mejor.
Caldereta de cordero con arroz blanco. Y con extra de hígado. Babeo solo de pensar en ella.
Salmón. En todas sus variedades.
Salmorejo. Podría alimentarme a base de salmorejo en veranito, aunque muy sano para mí no sería, pero está TAN rico.
Marina: Pregunta complicada porque me gusta muchísimo comer, pero voy a hacer un esfuerzo extra para seleccionar 5 comidas de entre todas mis favoritas.
El queso porque queso, ¿acaso es necesario decir algo más?
El ramen porque aparte de ser riquisimo por sí mismo, reune otras dos de mis comidas favoritas, la pasta y la sopa. ¡Tres es uno!
El conejo a la brasa con alioli (en mi pueblo llamado ajolio) porque es una comida muy típica en mi casa que a mi padre le sale de vicio y yo cada vez que la hay me pongo moradísima.
El gazpacho porque es otra receta que mi padre hace de muerte y además todos los ingredientes son cultivados por mi padre en el huerto (de hecho, incluso el vinagre y el aceite son de producción propia. El único ingrediente que no producimos es la sal).
El bogavante porque, aunque solo recuerdo haberlo comido una vez hace años, yo que amo incondicionalmente los mariscos lo sigo considerando el mejor.

6. Escribe cuáles han sido las películas que has visto en el cine en el último año (o las que te acuerdes si es que eres rico y vas todas las semanas) y puntualas.
Camino: Las mismas que Marina, así que... estoy de acuerdo con sus numeraciones. Aparte, añado The spy who dumped me, con una puntuación de mi novio está toh cachondo y me parto la caja.
Marina: Yo no voy todas las semanas ni de coña porque soy pobre como una rata, pero tampoco recuerdo todas las películas que he visto en el cine en el último año, así que voy a poner solo las que recuerdo.
Alpha: -1000.
Hotel Transilvania: La macarena gana al dubstep.
Los Vengadores: 10 y un río de lágrimas.
Deadpool: 10 y muchas risas.
Han Solo: Eeeeeeh... Me abstengo.
Ant-man y la Avispa: Una numeración cuántica.
Mamma Mia!: Cher.

7. Tienes que enfrentar a un asesino psicópata obsesionado con olerte el pelo con lo que tienes a tu derecha, y con una jauría de bestias sanguinarias que quieren orinarte en la pierna y luego jugar con tus entrañas con lo que tienes a tu izquierda, ¿cuán jodido estas?
Camino: Jodida jodi... espera. ¡Espera! ¡Tengo una silla a la derecha! Pero solo un vaso vacío a la izquierda. Bueno. A lo mejor si me cargo primero al asesino psicópata obsesionado con olerme el pelo con la silla y les tiro el vaso a la jauría de bestias sanguinarias que quieren orinarme en la pierna y puego jugar con mis entrañas para distraerlas y que se vayan a devorar al asesino, me libro.
Marina: A mi derecha tengo un envoltorio de chocolate vacío y una botella de zumo de naranja con solo un trago, y a mi izquierda tengo unos cascos y la lista de la compra. Como no me tire el zumo por el pelo y me pegue el papel albal del envoltorio del chocolate para que el distinto olor y los destellos espanten al asesino, y les ponga sonidos de fuentes a las bestias para que se meen antes de llegar a mí y les diga toda la comida que les compraré si no me devoran, no sé qué podría hacer.

8. ¿Cuál es el producto más estúpido que has visto a la venta?
Camino: Crema de semen de ballena. Que yo no digo que no funcione, pero... quiero decir... ¿alguien ha comprado eso? Iugh.
Marina: Un rosario electrónico. Me parece un artículo estúpido e inútil, aunque muy gracioso. Era una especie de huevo con lucecitas que te iba recitando el rosario o te marcaba cuantos padres nuestros o ave marías habías rezado.

9. Háblame del amor imposible entre una mandarina y una piña.
Camino: La mandarina era suave, de piel tersa, pegada a sus gajos. A la piña no le podía parecer más sexy, porque ella, llena de aristas, solo quería sentir su suavidad. Sin embargo, eran de dos categorías sociales distintas, por lo que solo podía admirarla a distancia. La mandarina, aunque esta no lo sabía, cada vez sentía más curiosidad por la piña, y por eso un día se citaron en un callejón. La piña tocó el cielo. Pero después, todo volvió a su ser, y la mandarina, cruelmente, jugaba con sus sentimientos, dejándose ver cada día con una fruta distinta: un limón, un pomelo, una naranja, una lima. Un día la piña no apareció por el frutero. Se había suicidado, con el corazón roto en pedazos.
Marina: La mandarina, joven y rebelde, se enamoró de la piña, la mejor amiga de su padre, la naranja. Esta relación, desde un principio prohibida, surgió por la atracción de la piña hacia el frescor e inocencia de la mandarina, y por la atracción de la mandarina hacia la madurez y tamaño de la piña. Pero por mucho que se quieran, la madurez se alcanza y la inocencia se pierde, y lo que les atrajo una vez del otro ha desaparecido y la realidad ha salido a la luz. Por muy frutas que sean, no comparten nada el uno con el otro. Ellos ya no se quieren, solo aman el recuerdo de lo que fueron, pero el pasado no vuelve y entonces ese amor al recuerdo se vuelve algo imposible.

10. ¿Qué crees que es necesario (o, más concretamente, que crees que necesitas tú) para ser feliz? ¿Hay alguna de esas cosas que no tengas?
Camino: Creo que lo necesario es quererte a ti mismo y tener a gente que te quiera. Con lo primero aún estoy trabajando, pero sé que tengo lo segundo. Ya lo que me falta es dinero y una casa en Escocia. Pero vaya, eso solo aumentaría mi felicidad, no dependo de eso para ser feliz.
Marina: Yo soy muy feliz con las pequeñas cosas y aunque puede que la falta de dinero me angustie, mientras tenga a la gente que quiero a mi al rededor (ya sea físicamente o no) sanos y felices, yo soy feliz. Además, aunque no tengo mucho tiempo, el que tengo es suficiente para disfrutar de ellos. Todas estas cosas que necesito las tengo actualmente, así que no me hace falta nada (excepto dinero).

11. ¿Qué es lo que más miedo te da?
Camino: La muerte de mis seres queridos. O que estos se alejen de mí. Son cosas que me aterran de verdad, y si trato de imaginarlo, aunque sea por un momento, se me hace tal nudo en la garganta y me duele el corazón de tal manera que no quiero saber qué haré cuando una de esas cosas pase, porque ya sabéis. La naturaleza funciona de ese modo.
Marina: Soy una persona muy muy miedosa, pero las cosas que me dan miedo son bastante simples como las películas de miedo y esas cosas. Supongo que lo que realmente me da más miedo es la tortura o un nivel de dolor que no soy capaz de soportar.

Preguntas de Camino
1. ¿Churros o porras?
Camino: Churros. Considero a las porras más grasientas, y además me gusta la especie de lacito que tienen los churros. Y puedo comer más cantidad de churros que de porras.
Marina: Churros. Las porras normalmente se me apoderan y no soy capaz de terminarlas. Además, los churros son más manejables para mojarlos en chocolate.

2. ¿Cuál es vuestra chuche preferida? ¿Por qué?
Camino: Las moras, las picotas y los gummies. Pero a niveles insanos, de empacharme porque no tengo fin si tengo una bolsa grande (ya ha pasado varias veces). Qué maravilla de chuches, por favor.
Marina: Las moras negras o multicolor. Dios mío, que orgasmo en el paladar. Podría comerlas por siglos. No es de extrañar porque mi fruta favorita también son las moras.

3. Si pudierais comer para siempre una cosa pero no engordar ni poneros enfermas, ¿qué sería?
Camino: Pizza. Me encanta la pizza y por alguna razón que desconozco, ahora mismo tengo un antojo enorme de pizza, lo que creo que está decantando la balanza hasta este alimento. Además, tiene queso. De hecho, pizza con queso de cabra. Babeo.
Marina: Ramen. Y queso. ¿Existe el ramen de queso? Es que el ramen está muy rico y hay tanta variedad que jamás me hartaría, pero el queso es el queso. Queso. Queso. Sí, queso.

4. ¿Qué tenéis de fondo de pantalla en vuestro móvil?
Camino: Un paisaje que parece salido de Silent Hill pero que en realidad es Finisterre en un día de niebla. Me encanta. Y de fondo de pantalla de bloqueo, el Miño. Y de fondo de pantalla de WhatsApp, la playa de La Lanzada. Vaya, Galicia. ¿Se nota que tengo raíces gallegas? No, ¿no?
Marina: A Satanás de los Infiernos con cara de "OMG humana, ¿¡qué has hecho!?". El demonio personificado en gato es muy expresivo y tengo cientos de fotos de él y su adorable malignidad. De fondo de pantalla de bloqueo tengo una de las fotos que le hice al Partenón el año pasado en mis vacaciones en Grecia. Como amé la Acrópolis.

5. Niños. ¿Sí o no? ¿Por qué?
Camino: Depende. Mis primas sí, aunque ya no son niñas. El resto no. Me irritan. Son ruidosos, molestos y huelen raro. A veces te cruzas con uno que es un amor, pero tengo malos recuerdos de niños en viajes, de modo que no.
Marina: Si, si son míos. Y cuando digo míos no me refiero a de mi sangre o a que los he secuestrado, sino a los niños que cuido en campamentos o a los que les tengo algún tipo de cariño especial por razón X. Con esos voy a muerte. Al resto de niños me encantaría estamparles la boca contra el bordillo de la calle. Soy todo amor <3.

6. ¿Cuál era vuestra asignatura preferida en el cole? (No vale decir el recreo. Todos sabemos que el recreo no es una asignatura, no tengáis cara).
Camino: Lengua y Literatura por los conocimientos y porque como leo tan rápido, siempre iba páginas por delante del resto de mis compis, Plástica por poder hacer manualidades y dibujar y Música porque no hacía ni el huevo y me la pasaba hablando con mi amiga Carlota. Siempre nos regañaban, no entiendo por qué.
Marina: Conocimiento del medio. ¿Se llamaba así la que unificaba las ciencias y las sociales, no? Hace eones ya de esa época y creo que ahora se ha cambiado, pero esa era mi favorita, sin lugar a dudas.

7. Hermenegilda se ha gastado 1/3 del dinero que le dieron de paga sus abuelos en comprar un libro de aventuras. También se ha gastado 1/9 de la paga en comprarse una bolsa de chuches. ¿Qué fracción de su paga se ha gastado Hermenegilda?
Camino: Me da igual lo que se haya gastado. Esta pava recibe una paga que ya la querría yo para mí. Yo solo recibía dos euros de paga.
Marina: Independientemente de qué fracción de su paga se haya gastado, he de decir que sus compras han sido muy acertadas y tiene un nombre fantástico. Eso sí, ¿cuánto dinero le han dado a la capulla para poderse gastar en una bolsa de chuches y libros de aventuras y que le sobre? Mi paga ni siquiera daba para un libro, a penas para una revista y dos chuches. Qué mal repartido está el mundo...

8. Definid en una frase vuestra filosofía de vida.
Camino: Dinna fash, sassenach. Pero no le hago caso. Yo siempre me fash.
Marina: Póg mo thóin.

9. ¿Cuál es la peor traición que os ha hecho vuestro ordenador?
Camino: Morir mientras curraba en un cuento que no fui capaz de recuperar jamás. Y se me había olvidado la idea principal, de modo que nunca pude replicarlo a mi gusto.
Marina: Morir sin permitirme recuperar la información del disco duro. Meses de escritos y fotos perdidos en la nada.

10. ¿Cuál es el corte y/o color de pelo que siempre habéis querido pero que nunca habéis tenido el valor de haceros?
Camino: Corte pixie (pero nunca lo haré porque tan corto no me convence y luego siempre pasas por el temido momento seta) y volver al pelirrojo. Me encanta el color rojo y no me sienta nada mal, pero mi pelo se resiente mucho por el tinte, así que tardaré mucho en podérmelo volver a teñir, si es que lo hago de nuevo.
Marina: En realidad no es tanto por falta de valor como por falta de dinero el que probablemente no vaya a hacérmelo nunca, pero en este caso sería multicolor. Corte nunca he querido nada determinado que no me haya hecho ya, porque en cortes tampoco soy muy radical, he pasado por distintos largos y el rapado y ahí me quedo. Pero en colores me gustaría poder ponerme todos los posibles, por separado o a la vez. Por el momento ya lo he tenido de distintos tonos naturales, mechas y distintos tonos de violeta.

11. ¿Qué no haríais nunca, ni aunque os prometieran enormes sumas de dinero?
Camino: Hacer daño a mis amigos o gente que quiero. Como Marina, vaya, porque sería algo con lo que yo no podría vivir.
Marina: Traicionar a las personas que amo. Suena a cliché absoluto, lo sé, pero valoro tanto a ese puñado de personas que considero lo más valioso en mi vida que no me imagino ninguna razón por la que les haría daño de verdad. Perderlos probablemente sería lo peor que me podría pasar en la vida.


Y ya está. Explayarnos más sería excesivo y entendemos que tampoco esta la vida para una sobrecarga de información (informosa). ¡Os deseamos que hayáis pasado un feliz puente si es que lo habéis tenido!

Con mucho amor y brillis brillis
Camino y Marina


*Superespecial de las flonchis: guay.

2 comentarios:

  1. ¡¡Hola!! Acabo de dejarte un comentario en tu blog literario porque se te echaba de menos por allí, pero veo que este sí le tienes actualizado. Te sigo entonces aquí la pista :D

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    1. ¡Hola hola!
      Ay, muchas gracias por preocuparte y preguntarme si me encontraba bien por los dos blogs en los que estoy. Me ha alegrado el día de verdad.
      Lo cierto es que mi desaparición del «serio», como lo llamo, se debe a que me vi incapaz de seguir el ritmo de «seriedad» e investigación con el de trabajo de mi vida diaria y colapsé, por eso me quedé en el de tonterías con mi amiga Marina, que aparte no me requería un esfuerzo particular.
      A ver si ordeno de una vez mi vida y puedo volver al de reseñas, aunque se me debe de haber olvidado por blogger, porque casi llevo un año desaparecida, jajaja.
      De verdad, muchísimas gracias, y me alegro enormemente de ver que tú sigues a tope.
      ¡Un beso!

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