¡Hola holita, Miguelitos!
¿Estáis bien? ¿Bien? ¿De verdad? ¿BIEN? ¿¡BIEN!? Esperamos que sí, porque si no, nos vamos a enfadar. Y no queréis vernos enfadadas, que nos ponemos feas e hidras y eso no mola. Así que más os vale ser felices y coMEHr perdices. PERDICES OS HEMOS DICHO. Aunque si queréis sustituirlas por moras de chuche, sea. También nos gustan. (De hecho, dadnos a nosotras las moras y quedaos con las perdices).
Después de nuestro pequeño ataque psicótico de amor, vamos a lo que hemos venido. Hoy os hemos traído una reflexión sobre algo que descubrió Camino hace más bien poco: en el antiguo Egipto había una unidad de MEHdida que se llamaba meh. ¡MEH! (Corregir manuscritos absurdos a veces MEH deja graciosos descubrimientos como este. El meh. No os podéis imaginar cuánto reí al descubrirlo). Así que hoy hemos venido a hablar del meh.
Nos gustan los egipcios. Quidicir, molan: ¿habéis leído alguna vez algún manual sobre ellos? Está chulo, es una cultura muy guay [De pequeña yo tenía un libro interactivo (de los de antes, nada de tecnología, solo recortes, cosas para dibujar, etc.) de Egipto con tinta para estampar jeroglíficos y un glosario de dioses. Amaba ese libro]. Y al parecer los egipcios eran peña con la que es fácil identificarse: amaban a los gatos, vivían al solecito, intentaban hacerse pasar por dioses para no dar un palo al agua en la vida (bueno… esto solo algunos), en vez de tomar apuntes dibujaban garabatos y ¡no les importaba una mierda la MEHdida de las cosas! O al menos eso es lo que nos deja como sensación esta MEHdida, con este nombre tan gráfico.
Chistaco. |
Meh sherer:
Meh nesu:
Meh nesu:
¿No os convencemos? Vale, probablemente no parezca una brillante idea en un principio, pero mirad el veganismo. Nadie daba un duro por la idea (obviously. No queremos ser haters, pero no tienen queso) hasta que alguien dijo «Hey, eso mola. Yo lo veo» y ¡pum! No se convirtió en Chocapic porque seguro que tiene algún componente animal (¿huevos?), pero por ahí van los tiros. Si el dejar de comer carne y queso (¡queso!) pudo calar en parte de la población y triunfó, ¿por qué no el meh? Es más fácil de asimilar porque no tiene ideologías que interiorizar o que generen conflictos morales. [¡y no hay que dejar de comer queso! (yo solo por eso lo compro)]. Y además es gracioso.
El MEH, la nueva revolución MEHtrica del milenio. ¡DILE MEH A LA VIDA Y MÉHTETE AL MOVIMIENTO!
Es que no fastidiéis, además la frase promocional es la MEHjor, es super convincente y tiene gancho. Puedes usar la palabra meh en casi cualquier contexto. Seguro que no os habéis dado cuenta porque nosotras somos super sutiles, pero hemos estado haciéndolo como quien no quiere la cosa en esta entrada. ¡SUTILES, HEMOS DICHO!
Soy retrasada y no puedo parar de reír con esto. |
Ahora que lo pensamos, leyendo esta entrada en retrospectiva, no tiene ni pies ni cabeza. Pero es graciosa. A nosotras nos hace gracia. Refleja muy bien nuestra actitud de la vida. ¿Y sabéis qué? Que si no os gusta…
Meh, Miguelitos. Meh. Sois un rollo. ¡MEHrluzos! (Estamos disfrutando esto mucho más de lo que es lícito decir. Pero mucho). Si no estáis con el MEH estáis contra el MEH y no vamos a tolerar gente atiMEH en este nuestro blog. MEHntecatos, MEHapilas, MEHlones, laMEHculos, maMEHlucos, coMEHchapas, MEHndrugos, MEHquetrefes, energúMEHnos, MEHapastos. (Ains, pero qué divertido es esto).
Con mucho amor, brillis brillis y MEH
Camino y Marina
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